Tendida en su cama de hospital, ausente del mundo alrededor, inconsciente de lo que se celebra, también esperaba un regalo en su día. No le habíamos visto jamás, hasta que su papá topándose con nosotros en uno de los pasillos, sin conocernos pero identificándonos como parte de alguna iglesia o enviados por el mismo cielo para traer bendición, nos interceptó cómo diciéndonos:
-¡Al fin llegaron, qué bueno que están aquí!
Mi hija está en la sala de arriba - dijo mientras nos guiaba al lugar - los médicos dicen que es leucemia, tiene cuatro años. - Sus ojos mojados dijeron el resto, después de una corta pausa concluyó - ... sólo necesita una oración.
A pesar de los siglos, el día de la Libertad sigue siendo recordado y celebrado en cada nación según su fecha. Es el legado que nos deja la historia, celebrar el día en que cayeron las cadenas de la esclavitud y fuimos libres.
Pienso que los oprimidos en la época de esclavitud, soñaban indeciblemente con la posibilidad de ser libres alguna vez, imaginándose cómo sería vivir en completa libertad. Muchos hoy en día, viven en cautividad, aún sin darse cuenta. Sentenciados a una cadena perpetua donde los errores se repiten, donde pareciera que el hoyo del fracaso se hace más profundo cada vez, quizás sea inconstancia, pecado, frustración, soledad, inseguridad, enfermedad o tristeza. Condición de la cual están hastiados pero de la que no pueden salir.

Una esperanza, los tres esperan lo mismo. Que se cumpla la promesa de Dios para ellos, y que en algún momento salgan a la luz.
Para muchos el tiempo de espera podría parecer como "tiempo fuera", pero sin duda, es el más productivo de todos los tiempos. Es ese intervalo incomodo e insospechable, tallado de incertidumbres y expectativas, donde los sueños se fortalecen o se debilitan.
Tiempo soportable sólo por aquellos que tienen la certeza de una vida, aún cuando todavía sólo sean un puñado de células. Aquellos que se saben frondosos, aún sin asomar el tallo. Aquellos capaces de volar alto, aún cuando todavía cuelguen de una pegajosa funda
¡Bravo por los que esperan, por aquellos que aguardan porque se note su existencia!
Esperemos!!
¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.
Esta señal es suficiente para informarle a toda la comunidad vehícular que quedarse estacionado, en el lugar en cuestión, sería un literal estorbo.
Actualmente la vida nos lleva muy de prisa, sin embargo muchos han optado por estacionarse, afectando no solamente sus propias vidas, sino impactando dramáticamente también la vida de otros.
Para Josué esta prohibición estuvo vigente todo el tiempo, aunque tuviera que esperar unas cuantas décadas para tomar las acciones que deseó durante años. Pero llegado el momento, la orden fue concisa e incuestionable: ¡Muévete! Es inevitable que en algunas veredas tengamos que esperar, pero una vez llegado el momento deberemos esforzarnos por mover toda la maquinaria. Ahora sé que lo que el Señor le hizo saber a Josué en el pasaje del capitulo 1 verso 9, fue exactamente esto: ¡No te estaciones!
Aquí en la Florida, el estado con mayor producción de cítricos en Estados Unidos, las mandarinas no tienen semillas, gracias al trabajo de los expertos en genética de plantas y especialistas en cultivos citrícolas. Son riquísimas dulces y jugosas y muy cotizadas ya que al comerlas no nos sorprenden las inoportunas pero naturales semillitas que expulsamos como proyectiles ecológicos.
Pero pensando en esto, me percaté de algo curioso y particular. Estas mandarinas, son gustosas y atractivas pero infértiles.
Trabajando desde Venezuela, extendemos nuestros brazos a todos los amigos y hermanos que en el mundo quieran hacerse parte de este grupo de hombres y mujeres esforzados que trabajan por llevar a otros la noticia maravillosa del Evangelio de Jesucristo.
Casa Salvavidas, desarrolla actividades de atención, orientación y asesoría a nivel individual y familiar, creyendo que en Dios podemos ser completamente restaurados.
Bajo la cobertura pastoral de Ministerios Evangelísticos Paz en la Tormenta, Casa Salvavidas levanta banderas de victoria en el Nombre del Señor.
Hoy desde Expolit, en Miami Florida, hablaremos todos de Casa Salvavidas!!
Les mantendré al tanto de las noticias al respecto, sigamos adelante, hay muchos que esperan que se encienda la luz en sus vidas.
Bendiciones!!