La primera vez que escuché esta declaración fue en la Universidad. Alguien aseguraba que todo era relativo, que el término absoluto no era propio para asociarlo a la mayoría de las cosas que nos rodean, por los eventos o situaciones que podrían ser determinantes en el estado de algo o de alguien.
Partiendo de la definición de ambos términos, si nos apegamos tácitamente a sus significados, entendemos que aquello que se conoce como Relativo es algo real pero cambiante, en algún momento, por una cosa u otra variará. Mientras que lo Absoluto, básicamente es aquello que se mantiene en el tiempo sin sombra de variación.