Mensajes de domingos

Abrazados al Árbol

lunes, abril 07, 2014

Juan 15

Me quedé mirando las flores y los frutos, mis ojos recorrieron las ramas, me descubrí luego mirando el gran árbol, y la lluvia que en segundos le arropó me sorprendió. Fue un paneo visual completo, desde el núcleo más pequeño, la semillita, que brotó en una de las ramas, hasta la inmensa nube, que a mí también me mojó.

De inmediato me veo allí, abrazada al árbol de la vida, podada de vez en cuando, pareciéndome a veces que seré cortada por completo. Pero justamente luego, me sorprenden nuevos frutos, evidencias del cuidado del Labrador en mí. 

¿Cómo es que siendo tan pequeña el viento y la lluvia no acaban conmigo? El gran árbol me sostiene, me alimenta, mis frutos son el resultado de Su provisión.  

Hemos sido provistos por el Padre por completo, en la persona de Jesucristo suplidas son todas nuestras necesidades, conforme a Su grandeza y poder. Hemos sido incluidos en la intimidad del Padre con el Hijo, todo don perfecto, toda buena dádiva que brota de mi corazón proviene de esta incomparable relación (Santiago 1:17). El amor del Padre por el Hijo destila sobre mí.

Esto es lo que soy, tan sólo un pámpano afortunado, aferrado al árbol de la vida para siempre. 

A Miguelito, por la promesa de Dios en ti



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