Los candidatos al puesto, pueden pasar entre las líneas. Leer cada una cuidadosamente y tomar un lugar en la fila hasta que su hoja de vida sea recibida. Les voy a contar lo que se requiere en este puesto de trabajo, por qué es necesario este tipo de personal, y luego ya el Jefe les hablará del salario.

Bienvenidos, comencemos...

Mirando a los hombres, grandes y pequeños, encontré que hay un déficit de justicia. No hay quien entienda, tal como si no quisieran conocer a Dios de verdad. (¿Cómo podrá Dios usarles entonces?)

De las cosas buenas ya no se habla, solo hablan maldad y tinieblas, con sus lenguas tejen engaño.

Dondequiera que van causan destrucción y tristeza. 

No conocen el camino que lleva a la paz, no les pasa por la mente tener a Dios en cuenta. 

Estas frases las leo en Romanos 3:11-18, y las releo en la calle mientras hablamos con la gente. Las vuelvo a leer en los salones de clase, en el mercado, en la estación de gasolina. Encuentro que la Biblia no está hablando de "otros", sino de "nosotros". No se trata de "antes" el asunto es "ahora".

En la indiferencia de tantos se ahogan las iniciativas de pocos, es como si tuvieras que rendirte antes de intentarlo. Pero aquí conocemos cómo se trabajan las piedras, sabemos qué es lo que quebranta esos corazones endurecidos. ¿Acaso no es Su Palabra como fuego y como martillo que quebranta la piedra? (Jeremías 23:29)

Está claro que las fosas están listas, cada uno está cavando su propio hoyo... Por lo que, hacen falta Salvavidas. Gente que sin mirar la indiferencia les ame mas como para ir por ellos. Persistan en sacarlos de las cámaras de la muerte a la vida. Que como mensajeros de Dios no se den por vencidos hasta completar la tarea. La sala situacional y el desempeño laboral están enmarcados en Job 33:22-30. 

"El alma de ellos se acerca al sepulcro, y su vida a la morada de los muertos. Si tuviese cerca de él algún elocuente mensajero muy escogido, (un Salvavidas) que anuncie al hombre su deber; que le diga que Dios tuvo de él misericordia, que lo libró de descender a la muerte, que halló redención. Su carne se tornará más tierna que la de un niño, (nuevo nacimiento) Volverá a los días de su juventud. (nuevas fuerzas en Dios) Orará a Dios, y éste le otorgará su favor (tendrá la experiencia de una relación real y personal con Dios ), Dios verá su rostro con agrado, y Él restaurará al hombre su justicia. (Misión cumplida)

Luego, éste cantará entre los hombres y dirá (testificará a otros): Pequé y me desvié de lo recto, pero Dios no me ha hecho según lo que yo merecía; antes bien, ha librado a mi alma de pasar a la oscuridad. Y mi vida ve ya la luz. (Esto es Salvación) He aquí, todas estas cosas hace Dios constantemente por el hombre, para rescatar su alma del sepulcro, y para iluminarlo con la luz de la vida."

Ustedes están conmigo ahora porque desde la Agencia del Cielo se ha hecho un llamado a los entendidos. Se solicitan Agentes del Cielo para ir por los que se aproximan a las cámaras de la muerte, se solicitan mensajeros elocuentes para el cargo Salvavidas. 

Con respecto al salario, será un tema en privado entre usted y el Jefe. Pase adelante, ya le espera para conversar.

Yo tomé esta foto, era el último encuentro por este año con los niños en la escuela. 

El tema de mi visita era "Logros" basado en el Proyecto de Vida de cada uno de los participantes.

Hice una pregunta: ¿Qué quisieras tener en tus manos cuando seas grande? Un microscopio, una computadora, un bisturí, un instrumento musical, ... esto fue lo que yo sugerí. Muchos dijeron que sí, mientras recorrían mi lista. Pero uno de ellos no dijo nada, guardó completo silencio, sacó "esto" de su gastado bolso escolar y mirándome con vergüenza y con temor, lo puso sobre su mesa de escribir.

No pude disimular, me pasmó su actitud, todos en la clase lo notaron. Hice lo que pude por continuar, pero mientras el niño me escuchaba, sus ojos seguían sobre la mesa. 

Hablé desde mis entrañas, queriendo sacarles de sus prisiones. Fue mi ultima clase, y sin duda, la más fuerte, esa que empiezas con una sonrisa y terminas con un nudo en la garganta haciendo de tripas corazón.

Terminé preguntándoles si querían que orara por ellos, ninguno superaba los 12 años pero han vivido tanto, han llorado mucho. Las lagrimas de ellos comenzaron a rodar, entonces me di cuenta que el revolver de papel era solo un detallito, había mucho mas que atender y que sanar. 

- Ore por mi familia, dijo la primera que levantó la mano.

- Ore por mi abuela, está invalida. Dijo el segundo.

Dije: - alguien mas?

- Oré por mi. Mis padres me dejaron con mi tía.

Mientras tanto, una niña me miraba como contándome sin palabras, ... después de vencer la indecisión se me acercó, sus manos estaban heladas, y en un susurro me dijo sollozante: - Mis hermanos están en prisión, y yo tengo miedo.

Recibí otras tantas peticiones de corazones envejecidos por las circunstancias. Esa no era una clase normal, no era un quinto grado común, pensé. Pero después de meditar tanto en eso, considero que esas historias se repiten en muchos de los grados, en muchas escuelas, ... en cientos de miles de hogares justo ahora.

Mis palabras terminaron "en el Nombre de Jesús. Amen". Se secaron sus lagrimas y me despidieron. Pero aun yo no puedo despedirme de lo que sentí por ellos.

Hoy mas que nunca creo que un niño atendido es un joven a salvo. Creo que mas que los títulos y las posesiones, tu mayor logro es tu familia.

No soy Maestra, soy Licenciada en Computación con Maestría en Lectura y Escritura, pero en las ultimas semanas estoy mirando la vida desde un pupitre escolar, haciendo lo que según el Apóstol Pablo, hacen las Maestras del bien.

Fundación Casa Salvavidas, no sé como, ni dónde, pero ahora es cuando es,

-Si Señor, Aquí estoy!!

Faltando pocos días para estrenar mi nueva agenda, miro las paginas aún en blanco y me pregunto expectante: - ¿Con qué las llenaré? ¿En qué invertiremos en este nuevo año? ¿A dónde nos llevará el calendario esta vez?... después de un año tan dinámico es natural tener expectativas.

Recuerdo haber tachado un día tras otro, marcando los objetivos alcanzados y los pendientes. Hice listas, planee con orden de prioridades haciendo malabares entre los tramites adelantados y los que postergué. Algunas veces las cosas salieron como planeamos y otras tantas no, pero aun así, fue toda una aventura. El tiempo corrió tras nosotros, o quizás nosotros lo perseguimos a el.

Al terminar este año elevo una oración de gratitud por el tiempo, por esta hora de la historia en que nos tocó vivir, por las cosas que se nos ha encomendado hacer, y por el espacio que se nos ha concedido. Gracias infinitas al Señor por incluirnos en sus planes, porque literalmente he visto a Dios en el transcurso. 

En estos días he escuchado repetidamente un himno hermoso, y una de sus frases, cada vez, surte en mi el mismo efecto. Me emociona tanto saber que voy en esa dirección, que llegará el día del gran encuentro, de mi gran viaje, la hora de volver a casa. La melodía se cuela en mis oídos sobresaltando mi corazón otra vez: Yo sé que un día el río cruzaré,... y al ver la vida triunfando invicta, veré gloriosas luces y veré al Rey.

Sé que ha de llegar la hora en que mi tiempo habrá terminado. Se acabaran los pendientes, los compromisos, los afanes, las intensiones, pero mientras llega quiero invertir bien la vida, haciendo todo aquello que presentaré delante de Él algún día. El presupuesto no lo conozco, no tengo idea del itinerario, solo sé que seguiré caminando en la misma dirección. 

Finalmente cierro con saldo a favor, es que durante el ultimo año entendí que para conquistar hay que estar presente, que la inversión mas costosa no es la que compromete tu dinero sino tu tiempo, que vale la pena existir para ser testigo de este milagro maravilloso, la vida.

En medio del bullicio con un semblante inseguro y triste, se me acercó, se quitó la gorra, puso sus labios cerca de mi oído y dijo con pesar: - no sé para que soy bueno. Creo que no sé hacer nada.

En esa frase repetida, me expuso el resultado de su sentencia. Me decía lo que siempre había escuchado, esa era su referencia personal, su carta de presentación para el futuro. Era más lo que decían sus ojos, que lo que decían sus palabras. Recuerdo que me costó un poco recuperarme de aquella confesión, intenté calmar su ansiedad diciéndole que íbamos a resolver eso, me incorporé, lo acerqué a mí y proseguimos.

Durante las semanas de preparación se generó un ambiente delicioso de compañerismo, en cada ensayo nos era repartido un espíritu de solidaridad y de mas amor por ellos. No porque fueran tan buenos cantantes, o por que tuvieran muchas aptitudes histriónicas, sino porque había algo que marcaba en todos la diferencia y fue su disposición. Cuando al fin pudimos motivarlos al logro, inquietándolos a levantarse del lugar que han ocupado por años, les confrontamos llevándoles a una condición de la cual no se sabían capaces. Y se sorprendieron, nos sorprendieron, ... les sorprendimos. Finalmente, tuvimos que restringir los micrófonos, porque luego todos querían uno.

Hoy estamos contentos, llegó el día en que las luces se encenderán sobre ellos, sus voces serán escuchadas, no en una gran tarima, o en un gran auditorio, sino en el escenario de la vida. Donde fueron colocados y donde tienen que triunfar, estando consciente cada uno de sus limitaciones, pero decididos a superarse a sí mismos. Donde agradecerán por lo que tienen pero no se conformaran con ello. 

Este domingo puedo ver mas que un cúmulo de talentos, una gran disposición. Disposición a intentar cosas nuevas que nos inviten a una vida mejor. La música, los bailes, los cantos, son solo un pretexto, para mostrarles a micrófono abierto lo que en sus corazones está haciendo el Señor.

A todo el equipo de Servidores, creo que estamos cumpliendo la misión y me siendo bendecida por ello. 

Llegamos al albergue para impartir una charla de prevención con respecto a la sexualidad y al abuso en menores. Mirábamos sus caras, la estatura de ellos nos decía que eran niños, pero en sus ojos habían kilómetros de experiencias que no se podían borrar con un cotillón que celebrara su niñez. 

Todos escucharon con atención y respondieron como esperábamos a las interrogantes y a los diferentes planteamientos durante el desarrollo de la actividad. Pero en un momento especial, una de las chicas, la más indefensa, la más inocente a mi pensar, quiso hablar en privado. Al instante se hizo notorio su déficit cognitivo, los catorce años de Raquel eran equivalentes a los cinco de una niña normal.

Dijo muy apenada que necesitaba hablar, llena de dudas e interrogantes preguntó si su condición podía cambiar alguna vez. Confesó con picardía que le gustaría casarse con un príncipe azul de verdad y ser feliz para siempre; pero lo que mas quería su corazón era ver otra vez a su pequeña María. Sus ojos se inundaron  y prosiguió: - una señora se la llevó el mismo día que la tuve. María nunca sabrá que yo soy su mamá, nunca sabrá que la amo tanto. 

En su mirada encontré una extraña liga entre inocencia y frustración, resignación e impotencia. Sus manos se estrujaban una con la otra, y de vez en cuando torcía la boca mientras subía el hombro como diciendo "no importa", o mejor dicho "no importo". Sólo Dios sabe lo que mi corazón sintió aquella mañana lluviosa. 

Estaba delante de una niña que sentía como madre, y al mismo tiempo delante de una madre que sentía como niña. Sólo pude abrazarla y pedirle a Dios que le diera el consuelo que yo no podía, que ministrara su corazón de la manera en que ella pudiera entender el alcance de Su amor. Finalmente, mis palabras no alcanzaban para decir lo que ella no podía entender, ni para lo que yo no podía explicar. Pero la palabra de Dios permanece y se cumple, aunque ignoremos su existencia. Tanto para Raquel como para María, aunque sus padres les dejaron, con todo el Señor les cuidará y les dará Su abrigo. (Salmo 27:10)

Por un momento vi mi vida, bendecida desde siempre. Como hija, como madre, con altibajos como todas, pero cada episodio en el orden correcto, cada experiencia en el mejor lugar y en el justo momento. Mi corazón dio gracias desde lo mas profundo y hasta lo más alto, por mis padres y por mis hijos. Porque mi corazón se llenó de amores y a todos los tengo conmigo. 

En este día en que sé que hay tantos hijos sin sus madres, y tantas madres que no abrazarán a sus hijos, yo abrazo a los míos, pidiéndole a Dios un abrazo del cielo que llene los corazones vacíos.

Bendiciones para Raquel donde quiera que esté, y a su pequeña María. 

Tendida en su cama de hospital, ausente del mundo alrededor, inconsciente de lo que se celebra, también esperaba un regalo en su día. No le habíamos visto jamás, hasta que su papá topándose con nosotros en uno de los pasillos, sin conocernos pero identificándonos como parte de alguna iglesia o enviados por el mismo cielo para traer bendición, nos interceptó cómo diciéndonos:

-¡Al fin llegaron, qué bueno que están aquí!

Mi hija está en la sala de arriba - dijo mientras nos guiaba al lugar - los médicos dicen que es leucemia, tiene cuatro años. - Sus ojos mojados dijeron el resto, después de una corta pausa concluyó - ... sólo necesita una oración.

Me es grato compartir con toda la comunidad que abraza a Pluma Encendida una noticia que hoy enciende nuestros corazones. Se trata de nuestro nuevo reto como ministerio, Casa Salvavidas. Una organización no gubernamental, con proyección internacional dedicada a la preservación y rescate de la niñez y la juventud, con alcance a la familia.

Trabajando desde Venezuela, extendemos nuestros brazos a todos los amigos y hermanos que en el mundo quieran hacerse parte de este grupo de hombres y mujeres esforzados que trabajan por llevar a otros la noticia maravillosa del Evangelio de Jesucristo.

Casa Salvavidas, desarrolla actividades de atención, orientación y asesoría a nivel individual y familiar, creyendo que en Dios podemos ser completamente restaurados.

Bajo la cobertura pastoral de Ministerios Evangelísticos Paz en la Tormenta, Casa Salvavidas levanta banderas de victoria en el Nombre del Señor.

Hoy desde Expolit, en Miami Florida, hablaremos todos de Casa Salvavidas!!

Les mantendré al tanto de las noticias al respecto, sigamos adelante, hay muchos que esperan que se encienda la luz en sus vidas.

Bendiciones!!