- Yo me iré de prisa, si logro colocarme en la última gaveta
no me encontrará -dice uno de los vírgenes aun.
- Por mi parte ya yo estoy listo para el viaje, después de
todo, no sólo llevo la encomienda, sino
que voy resaltado en algunas líneas, lo que me asegura un lugar en la valija.-dijo uno de los que ya estaban sobre el escritorio.
Mientras tanto otro esperaba con ansias, caminando con las
manos hacia atrás, se dejó oír en toda
la sala.
- Si me considera útil a estas alturas, les digo
con seguridad que seré el más feliz.
- Cuánto quisiera que el Hombre de Hierro me junte con
ustedes, solo así tendré la oportunidad de un viaje más en mi historia.
- Hace mucho que estoy aquí,
mudándome de una mesa a otra, explorando todas las gavetas cada vez. Me
han arrugado después de algunos trazos, sin embargo, todavía queda algo bueno
de mí, el otro día no tenían donde anotar un número de contacto y me rasgaron un pedacito. Me dolió, pero me dio
satisfacción ver a una parte de mi, siendo útil en lo que verdaderamente le da
sentido a esta vida.
Uno de los pequeños que se apilaban sobre el escritorio,
preguntó:
- Y si no te llevan ¿Qué vas a hacer?
- No mucho -respondió el viejo arrugado-, lo más que me espera es la Sra.Trit, que
sigue sonando, destruyendo en segundos
la vida de los que un día fueron unos buenos pliegos de papel.
Como estas intrépidas hojas, pergaminos ansiosos por ser utilizados y otros que prefieren no
ser tomados en cuenta, así existen muchos que huyen o esperan por escuchar la
voz del gran Clip que les asegura llevarlos a todos en un viaje perfecto para
cumplir con la misión, con aquello para lo cual nacieron.
En medio de tanta incertidumbre, segundos antes de que se
abriera la puerta, el viejo arrugado decidió dejarle una nota al Clip.
Para el Hombre de Hierro, la tituló:
Sujétame junto a los que aún viven.
Déjame ir con los que están lisos.
A pesar de mis arrugas, yo prometo acatar todas tus órdenes.
Te ofrezco todo mi gramaje con tal que me lleves contigo,
que me sujetes
en una misión que podamos llevar
a cabo juntos tú y yo.
Si me dejas a la deriva, mi vida se irá con el viento,
pero si me aferras a tí, estaré a salvo.
pero si me aferras a tí, estaré a salvo.
De momento aparece el Clip en escena, no se molestó por leer
la nota, ya él sabía lo que sentía aquella ansiosa hoja de block. La misma fue
tomada con rapidez, alisada por una mano poderosa, y fue colocada como portada
del gran bulto. Una gruesa pluma comenzó a deslizarse, dejándole impresas
unas letras grandes. Después de eso se coronó, el Hombre de Hierro acarició su
cabeza.
Estando todos en el interior del viajero sobre, se podían
escuchar aplausos, los pergaminos aplaudían al gastado y arrugado
trozo de papel.
- ¿Qué es lo que dice? -preguntó con emoción el viejo de las
arrugas-, ¿Cuál es el mensaje que me colocaron?
- ¡IMPORTANTE! -dijo uno de los que de frente lo pudo leer.
No importa qué tan desgastado estés, ni qué tan arrugado te
veas, si decides levantar tu mano y decir de corazón “llévame contigo”, el
Hombre de Hierro te juntará con los que determinan las buenas noticias, con
aquellos que son portadores de palabras de verdad. Cuando
menos te des cuenta estarás viajando en
el sobre, haciendo aquello para lo que fuiste escogido desde la eternidad.
Yo seré su Dios durante toda su vida; hasta que tengan canas por la edad.
Yo los hice y cuidaré de ustedes; yo los sostendré y los salvaré. Isaías 46:4
1 comentarios
Excelente cuento! En cierto modo nosotros también somos papeles blancos con una historia que se va escribiendo sobre nosotros poco a poco.
ResponderEliminarPor favor Señor, coróname y escribe sobre una palabra importante!