Las palabras de Pablo para el soldado que vigilaba sus grillos, rápidamente se cumplieron en toda la familia del afortunado guardia.
"Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa" (Hechos 16:31). Muchos nos aferramos a esta promesa esperando ocurra con nosotros lo mismo que ocurrió con aquel soldado. Pero comenzamos a ver cómo el tiempo transcurre y pareciera que no alcanzaremos el cumplimiento de esa palabra en nuestras vidas, y en ocasiones vemos a nuestros seres queridos más lejos que cerca, de aquello que desde hace tanto esperamos con todo el corazón.
Y nos desgastamos hablando y hacemos enormes esfuerzos por acercarlos cada vez, logrando finalmente verlos más lejos o simplemente tenemos que asumir sus espaldas por no querer escuchar más al respecto. A lo largo de la historia cientos de soldados de Jesús han pasado por esto, esperando en el tiempo que un buen día el sol de justicia irrumpa a todos en casa de una vez y para siempre.
Doy gracias al Señor por Su palabra inmutable, que permanece por los siglos y que no cambiará a pesar de las circunstancias en las que vivamos como familia. El mismo que hizo la obra en la casa de aquel soldado, lo hará en la tuya y en la mía. Más allá de nuestras palabras, en los corazones de ellos prevalecerán las Suyas y darán el fruto que por tanto tiempo hemos anhelado. A Dios le agrada que creamos en sus promesas pero mas le agrada que creamos que el es Fiel en cumplirlas. No dejemos que las apariencias nos convenzan de lo contrario, Aquel que comenzó en nosotros la buena obra será fiel en completarla. (Filipenses 1:6)
Sigamos confiando en que Dios nos salvará. No lo dudemos ni un instante, porque él cumplirá lo que prometió. Hebreos 10:23.
1 comentarios
(Ap. 2:10)No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
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