En Venezuela , Un poco de mi

Algunas respuestas,... por la paz.

jueves, febrero 27, 2014

Después de los últimos artículos publicados en este medio, he recibido algunos mensajes privados los cuales merecen mi atención y mi respuesta. Me reservo sus nombres, y con toda sinceridad y respeto les hago saber mi posición.

Claramente, todos los que me siguen  conocen el principio de mis escritos y el perfil que como escritora he desarrollado desde aquí. He dispuesto mi pluma y mi tiempo para escribir mensajes de esperanza que levanten al caído, que restauren al quebrantado y que le otorguen dirección a tanta gente que, por cosas de Dios, coinciden con uno de estos mensajes justo a tiempo. Escribiendo siempre artículos de motivación y enseñanza bíblica, pues estoy convencida que la única llama que enciende mi pluma es el fuego del Espíritu Santo de Dios en mi vida. 

Pero como todos lo saben, durante los últimos días todos mis escritos han sido dedicados a la etiqueta En Venezuela, y particularmente el #porUnaVenezuelaSinCabello han levantado más polvo del que pensé, por lo que han surgido preguntas tales:

¿Escribes para complacer a un grupo en particular? 
¿Te pagan para mal poner al gobierno desde una posición religiosa?
¿Escribes de parte de Dios o es el eco de una tolda política?
¿Pluma, escribes desde tu espiritualidad o eres mera carnalidad?
¿Por qué sigues en Venezuela?

Bien podría ignorar por completo aquellos comentarios que confrontan mis escritos, sin embargo me parece preciso responder, puntualmente, a estas inquietudes.

Ciertamente escribo para aquellos que me quieran leer. 
No recibo ninguna remuneración por los escritos en mi blog.
Cada vez, antes de publicar, me planteo tres interrogantes: ¿Podrían bendecir a alguien mis palabras?, ¿Los argumentos son sustentables?, ¿Se siente a Dios en lo que escribo? Después de responderme estas preguntas, entonces hago click en "publicar".

Por supuesto escribo desde lo que siento. De aquellas cosas que me tocan tanto en la carne que me quebrantan el espíritu y de aquellas que me tocan tanto en el espíritu hasta quebrantar mi carne.
Y para responder la última pregunta, quizás necesitaremos más tiempo. 

Puedo decir con toda responsabilidad que hace un par de años tuve el equipaje listo para irme de Venezuela. Y fue Dios mismo quien me detuvo, las cosas no estaban como están hoy, aunque todo se veía venir. Sin embargo, después de preguntarle a Dios, una y otra vez, por qué, preferimos quedarnos y no embarcarnos en un viaje a Tarsis. El porque de Dios llego justo a tiempo y nos hizo saber que era un tema de llamado, resulta que estábamos comprometidos con Venezuela espiritualmente.

Qué habría sido de Israel si los hombres y mujeres de Dios se hubieran ido justo en el momento de mayor necesidad, si ellos callaban las piedras hubieran hablado por ellos. Estando conscientes de que todo esto vendría nos quedamos para hablar, para dar sonido cierto a una nación que desespera mientras todos hablan, cuando realmente, lo que precisa escuchar es lo que dice Dios.

Sé que cuando predominan los justos, la gente se alegra; pero cuando los malvados gobiernan, la gente sufre. Proverbios 29:2

Si, estoy en contra de un gobierno cuya ofrenda a sus dioses paganos ha sido la sangre de los venezolanos. Sangre que, insisto, sigue derramándose en las calles a esta hora. Estoy en contra de aquellos lideres que sustentaron su poder haciendo alianza con potencias espirituales para garantizar su permanencia. Estoy en contra de los que maldijeron a la nación santa, ¿si no tuvieron temor a Dios al proferir esas sentencias, podrán temer a las maldiciones que echan sobre su propia tierra?

Creo firmemente que Dios tiene planes con Venezuela, por eso me quedé. Después que todo haya terminado serán necesarios los restauradores de portillos, y es allí donde tendrán lugar aquellos que son la Iglesia. Mientras tanto sigo aquí, orando por una Venezuela toda que, satisfecha o no, anhela un cambio pronto. Espera porque se cumplan las promesas de Dios en ella. Espera por la gente que, aún sin saberlo, sean las piezas que Dios usará para bendecir a Su pueblo con paz.

Por otro lado, gracias a todos aquellos que han visto en Pluma Encendida una ventana de información sazonada de verdad y de justicia.

Sean todos bendecidos!!  








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