con el Gran Artista

Encuentro Glorioso

lunes, febrero 13, 2012

encuentro glorioso
Es la hora, llegó el momento. A las muchas cosas que faltan por hacer les conviene esperar, las situaciones que faltan por resolver es mejor que sigan en cola. Ahora debo detenerme, hay algo más importante, tengo una cita y aunque nunca llego puntual, se que aún me está esperando como siempre, en el mismo lugar. Es la hora, llegó el momento, es el tiempo de orar. 

Estoy seguro que muchos de nosotros hemos sentido esta misma necesidad, entendemos que para poder continuar hay que hacer un alto y buscar en la intimidad de la oración lo que nuestra alma precisa. Y escuchamos oraciones muy diversas, unos oran por una promoción en el trabajo, otros por su cupo en la universidad, otros oran implorando sanidad, millones oran pidiendo estar seguros. Muchos oran por los hijos que no terminan de llegar, y otros por los hijos que se fueron, muchos oran por su casa y otros por su carro. La urgencia nos empuja a pedir por una rápida intervención divina, en aquello que esperamos, en eso que nos apremia resolver. 

Por lo tanto, las oraciones se han convertido en grandes filas de damnificados que suplican no pasar una noche más sin techo y sin abrigo. Nos hemos enfocado en nuestra petición y perdimos de vista a Aquel con quien hablamos. Nos acostumbramos a pedir y olvidamos vivir el momento que pasamos junto a Dios en esa atmósfera maravillosa que se genera cuando entramos al trono de la gracia. Jesús mismo nos enseñó que debíamos disfrutar de su presencia y recrearnos en Sus Palabras, no en las nuestras, cuando dijo: – Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pueden pedir lo que quieran, ¡y les será concedido! (Juan 15:7

El tesoro es que no vivimos por las respuestas que recibimos, sino por las oraciones que hacemos. Es en la intimidad con Dios donde encontramos la vida, es de esos momentos de los que depende nuestra fugaz existencia, de esa explosión de universalidad que contagia nuestra humanidad. Hablar con el Creador nos asegura una porción de su mejor regalo, el contacto con Él nos prepara para continuar llevando una parte del cielo a donde vamos y plasmarlo en lo que hacemos. 

Entonces...Detén las actividades y no te preocupes por los asuntos pendientes, ellos también están interesados en tu asistencia a la cita. Prepárate para buscar al Director mas no a la dirección, para hablar con el que abre la puerta y no estar obstinados por la salida. Disponte a tener un encuentro glorioso con tu Señor y Salvador.

Es la hora, llegó el momento. ¡Es el tiempo de orar!

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2 comentarios

  1. ALGUIEN DIJO UNA VEZ " NO HABLARE CON LOS PAYASOS SINO CON EL DUEÑO DEL CIRCO " NO ES JACTANCIA TENEMOS GRACIAS A SU MISERICORDIA ACCESO DIRECTO AL TRONO DE LA GRACIA. Los ojos del SEÑOR están sobre los justos, y sus oídos atentos a su clamor." SALMO 34:15. BENDICIONES Y ADELANTE MI PLUMA ENCENDIDA Y RECUERDA LO MEJOR ESTA POR VENIR.

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  2. Gracias mi pluma ardiente, solo que se me hace mucho y ya estoy como Elías, sin saber que largo camino me resta, y en ese peregrinar Dios me concederá la petición de mi corazón.
    Bendiciones para Pluma Encendida.

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