Un poco de El

Maná: sólo para hoy!

martes, marzo 19, 2013

mana del cielo
Verle caer todos los días, blanqueando la sequedad del desierto era sin duda la promesa diaria de que Dios seguía con ellos. Seguía cayendo en todas las épocas del año, a medida que el pueblo avanzaba la lluvia de maná avanzaba con ellos.

Era un milagro permanente, la sorpresa de cada mañana, el sustento llegaba antes de que tuvieran la necesidad. 

Maná, sinónimo de bendición y de cuidado. Sin embargo, me parece interesante que al guardarse de un día para otro, de las exquisitas migas brotarán gusanos y una fragancia acusadora. Pero la cantidad adicional de maná que se recogía el sexto día para comerlo el sábado no se estropeaba. El sábado era el único día en que no caía el maná, para que así pudieran confiadamente tomar el reposo. (Éxodo 16:19-30)

Todo esto según lo establecido por Dios cuando le dijo a Moisés: Voy a hacer que del cielo les llueva comida todos los días, pero la gente recogerá sólo lo necesario para cada día. El día sexto podrán recoger el doble. Voy a ver si me obedecen o no. Éxodo 16:4

Seguramente más de uno se vio tentado a recoger más de lo necesario, con la intensión de poder dormir más al siguiente día, o tomarse un día de descanso entre semana para liberar estrés. O tal vez, algún comerciante informal de seguro quiso acaparar el preciado artículo y ofrecérselo al pueblo precocido, saborizado con especias o con algún otro atractivo que generara más beneficios. Probablemente, más de uno cuestionó esa fidelidad constante, dudando si quizás habría pan para después.

Muchos hoy miramos la provisión de Dios en nuestra vida, y nos parece tan buena o tan escasa que es mejor acapararlo todo de una vez, y nos afanamos tanto que no importa el día y la hora sólo pensamos en amontonar y nada más. Así como Dios probaba la fe de Israel, hoy prueba la tuya y la mía, ...el sustento seguirá cayendo antes de que llegue la necesidad.

No dejes que los gusanos de la incertidumbre pudran la provisión que Dios ha prometido darte, no permitas que el hedor de la duda te acuse ante todos por tu desobediencia. Haz lo que tengas que hacer hoy, recoge y prepara lo que tengas para hoy, mañana tu Dios hará un milagro nuevamente, no te dejará ni se olvidará de ti.

Hoy más que nunca, creo que ahora como en el pasado, una de las ofensas más grandes para nuestro Dios es que dudemos de Él. Por lo tanto, afirmo nuevamente, no dudaré del futuro prometido por el presente aparente.

Mañana volverán a vestirse mis desiertos de blanco y Su misericordia me despertará en el alba, antes de que el hambre me abrace, me arropará Su provisión.




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3 comentarios

  1. Yo estoy viviendo un día a la vez, y veo su mano y su cuidado y como multiplica, lo estoy experimentado ahora mas que nunca.

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