A quienes caminan a tientas deslizando sus manos por la pared, confiando en las puntillas de sus pies antes de dar un nuevo paso.
A quienes mueven los brazos delante de sí, intentando esquivar los obstáculos, esforzándose por protegerse de los tropiezos, a pesar de que no los puedan ver.
A quienes se acostumbran a vivir en la oscuridad, porque les han arropado las sombras.
Estas palabras son expresamente para aquellos que esperan se encienda la luz en medio de su oscuridad, para aquellos que precisan que el velo de tinieblas se corra e irrumpa la luz, cual sol por la ventana.
Estaba sentada en mi lugar, el Pastor hablaba desde el altar mientras yo recibía. Con una voz pausada, pero rotunda, como diciéndolo en secreto pero públicamente, dijo con autoridad: ¡Dí la palabra que enciende la luz, para que el velo de la oscuridad se corra!, esa frase me llevó a todas las veredas oscuras de mi corazón y de mi historia, me hizo saber que he guardado silencio en algunas áreas de mi vida.
Quiero contarles algo curioso, el teléfono de mi esposo es una maravilla, basta con hablarle para que el obedezca. El otro día me lo demostró, tomó el equipo lo puso delante de él y le dijo al aparato: - Llamar a Angie, y de inmediato apareció en la pantalla mi foto, y para mi asombro en las profundidades de mi cartera mi teléfono comenzó a sonar. En efecto, había logrado que su teléfono se conectara con el mío con tan solo decirlo. Pareciera algo sencillo, y en esta era algo cotidiano y normal, pero así como esa simple llamada se hizo con la palabra que mi esposo pronunció, así las cosas mas grandes y complejas en el universo también fueron hechas por las palabras que Alguien dijo.
Maikel estaba seguro que su teléfono acataría la orden, no tengo ni idea del programa que se ejecuta para esta función, no conozco el protocolo de comunicación que se activa, solo sé que funciona. Parece que la seguridad da autoridad, si estás seguro tienes autoridad para decirlo, por eso dice el Señor que las señales seguirán a los que creen (Marcos 16:17-18), puesto que los que creen son los que pueden, son los que traen la luz con lo que dicen a la oscuridad en la que viven, son los que hacen que amanezca aunque sea la media noche.
¡Dí la palabra que enciende la luz, para que el velo de la oscuridad se corra! Dí la palabra de salud, sobre la enfermedad, dí la palabra de prosperidad en medio de la escasez, dí la palabra de restauración en medio de la ruina, Si lo crees, entonces dilo!!
