Devocional , Un poco de mi

Las chancleticas del abuelo

jueves, enero 22, 2015

Papá había sido ingresado en una clínica a causa de un fuerte ataque de gastritis. Pero para mi hijo de dos años era imposible comprender que el abuelo no estuviera para recibirlo. Lo buscó por toda la casa, lo llamó una y otra vez insistentemente, y al ver que no lo conseguía comenzó a llorar frustrado, estrujándose los ojos preguntaba dónde estaba "Papatú". 

Hasta que alcanzó a divisar las chancleticas del abuelo en un rincón de su habitación. Sus ojos se iluminaron como si hubiera descubierto un calmante para su ansiedad. Sentándose en el piso se quitó con rapidez los zapatitos, puso las medias dentro de ellos, y fue por las chancletas. Las puso delante de él y con determinación calzó sus pálidos y delicados piececitos. Al saberse dentro de las chancletas del abuelo su rostro fue mudado a una satisfacción completa, fue como si hubiera podido contactar al abuelo a pesar de la distancia. Como si por estar en sus chancletas estaba con él.

Al recordar el pasaje de Efesios exhortándome a calzarme con el apresto de la paz, es como si pudiera, del mismo modo, estar con el anciano de los siglos, mi amante Padre Celestial, no solo en Su presencia sino en Su voluntad. Entonces, a pesar de los embates, me siento tan satisfecha como mi hijo en las chancleticas de su abuelo.

Efesios 6:15 “y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz” 

Señor gracias por mantenerme cerca, por darme la oportunidad de estar contigo, aunque mis ojos no te puedan ver.

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