Destellos , Un poco de mi

Arrastrando la tablita

martes, febrero 10, 2015

Escribo con frecuencia al respecto de mis hijos, estoy convencida que recibí un par de pequeños grandes maestros para que me enseñaran maravillas del reino de los cielos, y se pasan la vida enseñándome y equipándome para cosas mas grandes y mejores. Por lo que, tengo que contarles esta.

Hace algunas semanas Misael recibió de regalo una patineta. Pero para la madre de un niño de dos años no fue grato recibir un regalo como ese. A penas vio la patineta fue sobre ella y en menos de cinco segundos ya él estaba en el suelo.

De inmediato la patineta fue a vivir en las profundidades del closet de la abuela. Hasta que esté mas crecidito, dijo mi mamá.

De eso ya hace el tiempo suficiente como para que Misael no recuerde que alguna vez recibió una patineta, pero eso no significa que haya perdido el deseo de tener una de esas.

Hoy encontró una tablita muy semejante a una patineta de su tamaño, la puso en el suelo, y comenzó a moverse sobre ella, impulsándose con un pie mientras con el otro conseguía arrastrar la tablita... Tal parece que consciente o inconscientemente está entrenando para cuando ya pueda usar la patineta que lo espera desde hace unas cuantas semanas.

Su actitud sugiere que está al tanto de que tiene una potente patineta reservada para él, con un bello diseño de Spiderman en sus colores favoritos. Con las curbitas en los extremos y cuatro fuertes y solidas rueditas.

Mientras se esforzaba por arrastrar la tablita le pregunté: ¿qué es eso Misael? Una patineta, dijo.

Al instante pensé, cuántas cosas habrán para mi guardadas en el closet de Dios, esperando que yo esté mas "crecidita" para que luego al subirme en ellas no me haga daño sino que sabiendo lo que he recibido pueda entonces disfrutarlo y aprovecharlo al máximo.

Entonces entiendo que mucho de lo que hago ahora se resume simplemente a "arrastrar la tablita", que pronto saldrá a la luz lo que está guardado, que debo seguir creyendo hasta que lo prometido se cumpla. Capacitándome para cuando llegue la hora de subirme sobre esas bendiciones a toda velocidad y con el mejor desempeño.

Me imagino la carita que pondrá Misael cuando dentro de poco podamos entregarle su verdadera patineta, seguramente así me veré yo al recibir todo lo que sé que tengo, aunque todavía no pueda montarlo.

Llamando lo que no es como si fuera. (Romanos 4.17)

Si fuera ya lo que aún no es, 
no tendría nada que esperar, 
por eso me gozo mientras espero, 
porque lo que aún no es, 
pronto será.

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