¿Cuánto tiempo hace que recibiste una promesa de parte de Dios y la misma no termina de cumplirse? Será que Dios olvidó Su palabra y ha pasado por alto lo que tu corazón espera con ansias. 

Parece que es demasiado bueno para ser verdad, o que quizás, después de todo, las condiciones no están dadas para un milagro como ese. ¿Cómo hablar de vida cuando estás medio muerto? ¿Cómo aguardar por la fertilidad cuando has sido declarada estéril? ¿Cómo esperar ver el milagro cuando sólo tienes delante la necesidad?

Ciertamente se corre un gran peligro mientras transcurre la necesaria espera, si hubiéramos podido preguntarle a Abraham (Génesis 16:1-16) cuál es la peor de las torturas, sin duda habría contestado: esperar que se cumpliera el tiempo de Dios viviendo entre Agar y Sara. 

Creo que todos hemos vivido episodios similares, luchando con Dios y con el tiempo, considerando el plan B mientras llega el plan A. Buscándole lo bueno a Agar cuando sabemos que en Sara es donde está la bendición.

Cuidado con el tiempo cuando sus agujas no apunten a tu favor, no sea que tus pies se apresuren a lo incorrecto. La única forma de mantenerte a salvo será esperar en el Dios de la promesa y no en la promesa de Dios, de lo contrario, cuando finalmente llegue la bendición tendrás que quedarte para siempre entre Agar y Sara.

Dejemos que Dios haga conforme lo ha prometido, tomemos las decisiones que Él espera que tomemos, para que entonces Él haga lo que nosotros esperamos.