Quiero contarles que en mi familia la última temporada del año, tenemos fiesta sobre fiesta. Pero ahora que cierra este mes, quiero decir un fuerte "gracias", gracias por un aniversario mas de bodas, por un año mas en la vida de mi esposo, por el primer añito de mi pequeño Misael, y por muchas otras fiestas de familiares y amigos que en estos días hemos celebrado juntos.
Sin embargo, el corazón sigue pendiente de peticiones en espera, es como si entre fiesta y fiesta hubiera un espacio para decir, "aún falta más". No por inconformidad, sino por deseo de seguir viendo la mano de Dios obrando maravillas.
¡Alégrense los que esperan en el Señor!, tal y como lo dijera el Salmista:
Por lo que, mientras espero he decidido celebrar la vida, tal y como lo expresa Juan 10.10, en abundancia. Alegre con lo que tengo mientras espero más, pidiéndole a Dios que a diario nos cubra un manto de gozo, donde la tristeza, la inconformidad o el desacierto no carcoman las bendiciones que Dios tiene para darnos en este tiempo o en el que viene.
¡Alégrense los que esperan en el Señor!, tal y como lo dijera el Salmista:
Pero que se alegren todos los que en ti se refugian;
que canten alegres alabanzas por siempre.
Cúbrelos con tu protección,
para que todos los que aman tu nombre estén llenos de alegría.
que canten alegres alabanzas por siempre.
Cúbrelos con tu protección,
para que todos los que aman tu nombre estén llenos de alegría.
Hagamos fiesta mientras esperamos la bendición, celebremos en Dios mientras llega la respuesta. Después de todo para esto ha venido el Señor a tu vida, para que a pesar de lo que falte vivas la vida en abundancia, alegre por lo que tienes y por lo que tendrás.
2 comentarios
TU ERES NUESTRO MEJOR REGALO DE LA VIDA!!!!!!.
ResponderEliminarMuy bella tu reflexión "Octubre de regalos" me encanta esa forma tan grande llena de humildad para decir gracias; y es que a veces se nos olvida dar las gracias a nuestro creador, a nuestro Salvador quien murió por cada uno, que por su sangre fuimos nosotros salvados. Hermana, a ÉL sea la gloria y la honra. Gracias por hacerme acordar que debo dar gracias, aún siguiendo las pisadas del Maestro. T.Q.M
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