En honor a los amigos , La historia sigue hablando

Lúcete, es tu gran día!

viernes, agosto 21, 2015

Como el que por años se prepara para el día de la graduación, para el tiempo de ejercer la carrera. Ese que espera la mañana en que el birrete será sobre su cabeza y la medalla en su pecho. Como la joven que esperó por años lucir el fastuoso vestido blanco, como la modelo que se esforzó y esperó hasta poder mostrarse en pasarela.

Así es entonces, así es ahora, cuando se requiere un poco más de esfuerzo para vernos realmente como en el gran día. Cuando estando revestidos de fe le hacemos frente a lo que delante de Dios está desnudo. Cuando tienes que creer para vivir, después de haber vivido creyendo, es este el gran día. La hora de lucir el fastuoso vestido, o el birrete colgando victorioso en tu cabeza, es este el día en que el mundo te ve desfilar por la pasarela de la vida, erguido cuando por el peso de las miradas bien podrías estar encorvado.

Es este el gran día, la hora de tu gran oportunidad, es tu momento divino. Donde como nunca antes, pero al igual que siempre Dios hará maravillas. Lo inédito, lo sobrenatural.

¿Podrá terminar el recorrido cuando apenas estamos calentando? ¿Podrán quitarnos del pelotón cuando apenas estamos estrenando el silbato? ¿Terminará el día antes de que el sol alcance su cenit?

Solo es cuestión de tiempo, falta por demostrarse el todo de Dios en medio de la nada. El plan está en ejecución. El infierno lo sabe y el cielo participa. La lucha se está librando en el mismo campo de batalla, con el mismo enemigo, con las mismas armas, por lo que ya conozco el resultado. Tal y como si hubiera visto el partido en diferido. Ya ganaste General, tus hombreras relucen, tienes todas las estrellas... Espera confiado porque aún hay batallas por ganar, gigantes que derribar, historias que contar.

Luce tu armadura gastada, no en lides de derrota, sino en tus muchas victorias.

El Espíritu del Señor Dios está sobre mí,
porque me ha ungido el Señor
para traer buenas nuevas a los afligidos;
me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón,
para proclamar libertad a los cautivos
y liberación a los prisioneros;
para proclamar el año favorable del Señor,
y el día de venganza de nuestro Dios;
para consolar a todos los que lloran,
para conceder que a los que lloran en Sion
se les dé diadema en vez de ceniza,
aceite de alegría en vez de luto,
manto de alabanza en vez de espíritu abatido;
para que sean llamados robles de justicia,
plantío del Señor, para que El sea glorificado.
Isaías 61:1-3

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