La carrera comenzó cuando decidimos escribir un libro devocional basado en los Salmos. Mi parte en esta obra consistió en escudriñar el Salmo 119 en su totalidad, escribiendo un devocional por verso, ciento setenta y seis, era una meta bastante ambiciosa. Cada escrito era como conquistar un metro más en este extenso recorrido.
Pero “La excelencia de la ley de Dios”, el capítulo más largo de la inspiración divina, prometía dejarme más de lo que me esperaba, cosas grandes y maravillosas que jamás conocí.
Después que el silbato sonó agudamente y me empujó a ir un verso a la vez, me encontré a solas con el corazón de Dios. Como quien se para frente a un inmenso mar, y tanta majestad le hace temblar mientras contempla. Mi corazón se estremeció al ver los planes que Dios ha guardado para nosotros, la logística divina que desde siempre preparó para que probáramos las mieles de su ley y gozáramos al máximo de ella.
Mientras escribí pude ver cientos de vidas retratadas en esos devocionales. Rostros conocidos y otros tantos que seguramente jamás conoceré. Mujeres y hombres que, como yo, apenas comienzan, otros que están por terminar su jornada. Unos como hijos, otros como padres, con profesión o sin ninguna, acompañados o acostumbrados a vivir en soledad. Sanos o enfermos, cautivos o en total libertad. Hombres y mujeres de Dios, amigos y hermanos que esperan una palabra para asegurar su dirección y su destino. Una dosis diaria de la palabra de Dios en sus vidas que guarde sus corazones en completa paz.
Me equivoqué al pensar que el reto más grande era escribir un devocional por cada verso de este precioso capítulo. El reto más grande de ahora en adelante, para mí, es conseguir espacio suficiente para guardar en mi corazón tantos tesoros que en el camino encontré.
Ciertamente la Palabra de Dios es eterna, pero cuánta eternidad puede guardar un cuerpo mortal. Quizás tanto a ustedes como a mí sólo nos quede tomar nuestra dosis diaria, mientras logramos completar el especial tratamiento divino que de antemano el Gran Médico preparó, para regalarnos un año de bendición sobre bendición, descubriendo cosas nuevas, experimentando la presencia de Dios en nuestras vidas, como quizás nunca antes llegamos a conocer o imaginar.
Dejemos que su Palabra haga en nosotras aquello para lo cual ha sido enviada, un día a la vez.
(Introducción a ISHA-Salmos)
(Introducción a ISHA-Salmos)
4 comentarios
Dios Te Bendiga Angelica,
ResponderEliminarEs para Mi Un Honor El Visitarte Y Deleitarme Con Todo Lo Que Escribes, Realmente Es Maravilloso. Recibe Con Mucho Carino Y Humildad Mis Oraciones Por Tu Vida Y Familia En El Nombre De Cristo Jesus, Amen Y Amen.
Cada dia esa pluma , se enciende mas y enciende nuestros corazones , al leer, en verdad ,te superas a ti misma a diario, yo eso es que nunca intentas hacerlos en tus fuerzas ,Dios te bendiga
ResponderEliminarDIOS TE BENDIGA
ResponderEliminarQUE ORGULLO SIENTO CUANDO LEO ESAS LINEAS ESCRITAS POR TI QUE A MEDIDA QUE SON MAS, SE NOTA EL CREIMIENTO Y LA MAESTRIA FLORECE EN CADA ORACION, QUE NUESTRO SEÑOR TE COLME DE BENDICIONES MAS DE LAS QUE YA TE HA DADO, AMEN Y AMEN
Mi corazón está agradecido... Un abrazo, bendiciones!!!
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